Mi dulce tortura segunda temporada capítulo 17

Es cortito pero sustancioso(?) la verdad es q ni mi mente ni mis horas libres dieron para más ;~; perdon hice lo que pude. Creo que el siguiente capi lo acabaré publicando el Martes con el ritmo que vamos ya son 12 coments xD quie no entienda que mire esto-----> Aquí
Sin más les dejo con la historia que me tiene como loca pq la tengo acabada en mi cabeza y aviso ya vamos a por la recta final dentro de poco el tiempo pasará rápido y vendrán los partos masivos xD

Mi dulce tortura segunda temporada capítulo 17

Pvs jonghyun

“Necesito hablar” me escribió Changmin en un mensaje

“estaré frente a tu casa en una hora” le respondí mientras el ascensor del que fue departamento de key y mío subí hacia el piso acertado.

“Jaejoong hyung ha desaparecido” respondió él y yo me sorprendí tanto como él “sospecho que se fue con yunho”

“estaré ahí en una hora, mantén la calma ¿ya intentaste llamarle?”

“no contesta ya lo intenté”

Suspiré con pesadez y salí del ascensor dirigiéndome hacia la puerta mientras pensaba que responderle.

“mantén la calma y espera por mi” le escribí y entré al departamento de key.

La entrada lucia normal, un ligero aroma a cigarrillos estaba en el aire y eso me sorprendió muchísimo. Key 

odiaba el olor a cigarrillos.

Entré cuidadosamente hacia el salón donde todo volvía a ser un desastre aunque por suerte todo lo de vidrio ya había sido retirado por mi antes así que ahora solo eran los muebles desordenados.

Pero lo que llamó más mi atención fue que la butaca blanca, de piel carísima que key se empeñó en comprar, estaba de espaldas al salón mirando hacia el gran ventanal que estaba cerrado.

Caminé silenciosamente hacia allí.

-no deberías estar aquí- murmuró con la voz más ronca y aún afónica solo que ya emitía más sonidos que antes.

-¿estas fumando?-pregunté estúpidamente viendo la evidencia ante mis ojos.

Key tenía un cenicero y la cajetilla de mis cigarrillos favoritos casi terminada.

-¿Dónde los encontraste?-pregunté con incredulidad- Tu no fumas- le acusé

-estaban en tu caja de herramientas en la terraza- respondió con simpleza sin apartar la mirada del ventanal, no me miró en ningún momento

-¿Cómo sabias que….?

-siempre los escondes donde nunca metería las manos-afirmó abrazándose a si mismo

-tienes frio- aseguré viendo que solo llevaba un suéter puesto dejando al descubierto sus largas y blancas piernas flexionadas en la butaca   

-estoy bien- replicó él y me llamó la atención la manera en que apretaba sus manos en forma de puños asegurando con fuerza las mangas de ese suéter por demás holgado por su delgadez actual

-vamos a la cama- murmuré acercándome a él para tomarlo en brazos.

Key no se quejó pero tampoco se sostuvo a mi, simplemente se dejó hacer como si fuese un muñeco inanimado con la mirada perdida.

La ida hacia la habitación era como caminar en medio de un campo de minas por el pasillo lleno de cosas tiradas y la habitación presentaba un panorama aún peor con las sábanas tiradas en un rincón y el colchón totalmente fuera del catre.

-Tengo que arreglar la cama ¿puedes permanecer de pie?- le pregunté con cuidado

-no estoy enfermo-replicó él

-claro que no lo estas- quise decir con tono burlón pero mi voz sonó extraña como si dijera una mentira tan obvia que ni yo mismo me la creía.

Lo dejé cuidadosamente en el suelo y se balanceó un poco antes de apoyarse en la pared.

-es por el embarazo- comentó con los ojos cerrados-tiendo a marearme con facilidad, las nauseas también aumentaron por eso no he podido comer siento q voy a devolverlo todo- recostó su frente en la pared.

-por el bebé- dije con voz ida

-por nuestro hijo-comentó él con una sonrisa demasiado feliz para ser justa

Y me dolía, me dolía como el infierno verlo así de ilusionado.

-tu no querías tener un bebé, dijiste que eran una molestia. Desordenarán nuestra vida, perderás tu figura de super modelo, ¡te cansarás con facilidad por sus llantos todas las noches!, llorará tanto que te dolerán los oídos y vomitará leche por todas partes arruinando nuestros caros muebles, te gastarás toneladas en pañales apestosos que cambiarás prácticamente cada hora- le dije con desesperación

Key escuchó pacientemente con los ojos cerrados y luego los abrió para responderme

-pero vale la pena, tener un hijo tuyo lo vale- contestó con su sinceridad aplastante que me desarmó – aunque todos vayan a odiarme , incluso si lo pierno todo yo ya amo a este bebé- explicó con ojos aguosos- puedo sentirlo Jjong, puedo sentir como crece en mi interior y ¡es tan maravilloso!- exclamó con emoción- puede sonar ridículo pero incluso le he sentido moverse- murmuró derramando desbordantes lágrimas.

Un nudo se formó en mi garganta y lo atraje hacia mi cuerpo en un fuerte abrazo. Su cuerpo inerte no hizo amago de corresponder mi abrazo y yo acaricié sus cabellos con una mano mientras miraba hacia el techo en un pobre intento de no llorar y aguantar el dolor en silencio.

-tu no quieres tener a este bebé- afirmó sin moverse y yo cerré los ojos con fuerza

-no es eso, yo quiero, quiero tener todos los hijos posibles junto a ti-le aseguré

-no…no digas eso- me pidió con voz temblorosa alejándose de mí- Changmin…- empezó a decir   pero yo le besé en un acto desesperado

Key se resistió e intentó alejarme pero yo tomé sus muñecas entre mis manos y las empotré contra la pared mientras le besaba de manera feroz y demandante.

Recordé las pastillas que le pedí a Taemin y también que las tomé a la hora adecuada solo me faltaba hacérselas tomar a key y ya estaríamos en proceso de procrear al niño soñado por key.

-aggg- murmuró encogiéndose  de dolor y yo le solté de inmediato dándome cuenta de donde provenía el dolor.- no…no vuelvas a hacer eso- murmuró sin voz nuevamente- pero o podían importarme menos sus reclamos en estos momentos.

Tomé sus manos y las examiné cuidadosamente a pesar de que key protestó e intentó quitármelas.

Estaban en los huesos pero eso no era nuevo. Lo que sí era nuevo era esas manchas púrpuras alrededor de las muñecas

-¿Qué demonios es esto?- pregunté exasperado

-no es de tu importancia…

-¡KEY!

-¡no me grites!-protestó- y suéltame me haces daño.

Le solté sin apartar mi vista enfadada de él en busca de explicaciones.

Key intentó evadir mi mirada mirando a todas partes hasta que su mirada llegó a la ventana que mostraba un reflejo nuestro y le sentí estremecerse

-nos mira- murmuró

-¿Quién?- Pregunté sin entender

-esta enfadado porque lo descubriste, va a hacerme daño otra vez- siseó para luego esconder su rostro en mi pecho- tengo miedo- murmuró con verdadero pánico en su voz- no me dejes- pidió- no dejes que lastime a nuestro bebé

-shhh tranquilo key, todo está bien nadie va a lastimarte-le intenté consolar acariciando su espalda

-cuando tu te vayas el volverá

-no me iré

-pero changmin…-volvió a insistir y yo puse mis manos en sus hombros intentando que nuestras miradas se encontraran

-no me importa nadie más que tu key, solo tu-susurré y aunque su mirada aterrorizada mostraba cierta inseguridad, asintió con la cabeza y volvió a acurrucarse contra mi en busca de protección

Protección que estaba mas que dispuesto a darle

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Pvs yunho

-Toma asiento ¿quieres algo de beber?- ofrecí pero él negó con la cabeza sentándose en uno de los sofás. Yo me senté junto a él.

-¿Por qué reservaste este lugar?-preguntó con las mejillas teñidas de carmín

-porque me recuerda a ti, a nosotros. Es el lugar que acostumbrábamos a alquilar cuando veníamos a Japón –comenté a sabiendas de que él lo sabía de sobra.

-es…nostálgico- comentó con las mejillas aún sonrojadas

-¿en el buen sentido o…?

-me recuerda a nuestra primera vez- comentó sin tapujos y solo cuando las palabras salieron de su boca pareció cobrar consciencia de estas y abrió los ojos desmesuradamente- es decir… no es que esté pensando en… pero…-se mordió el labio inferior sin saber bien que decir y un silencio reinó entre nosotros

Le miré enternecido y a la vez con un nudo de deseo en el bajo vientre, sí , los recuerdos se amontonaban en forma de gemidos y jadeos que nos implicaba a ambos desnudos y amándonos.

Sus ojos hicieron contacto con los míos y una chispa se encendió crispando el ambiente que nos rodeaba en forma de llamas de un deseo primitivo, apasionado.

Cual si fuera un hechizo y ambos estuviéramos bajo un imán invisible , atrajo nuestros cuerpos hasta estar de pie el uno frente al otro.

Él cerró los ojos y yo bajé la cabeza respirando de cerca su aroma dulce y embriagador, sin besarlo aún, solo provocándole, provocándonos a ambos de manera que cuando nuestros labios se rozaron fue como beber agua tras una semana en el desierto privándonos de esta.

Su abultado vientre se ciñó a mi torso evitando que pudiéramos acercarnos de esa manera enloquecedora y pasional de la cual habíamos disfrutado ya en el pasado. Pero a la vez resultaba mágico porque no era otra que la muestra de nuestro amor consumado que se mostraba triunfante y anhelante de mimos y caricias que no pudieron ser repartidas por meses.

Su lengua, sensual como ninguna otra,  acarició la mía en busca de un beso húmedo, primario, que mandaba oleadas de calor y temblorcitos que erguían mi miembro y cargaban de sangre caliente a este.

Mis manos tomaron su rostro en una mera muestra de querer ahondar aún más en esa deliciosa cavidad que me recibía gustoso. Pero no se detuvieron demasiado ahí, no parecía suficiente, no era suficiente para aplacar los deseos carnales que mi cuerpo casi gritaba con un gruñido en cada poro de mi piel.

Mis manos cayeron hacia sus hombros acariciando suavemente la sensible piel de su cuello que le hizo jadear entre beso y beso, pero no se detuvieron ahí sino que cual inspector bajaron por sus hombros recorriendo sus estilizados brazos que parecían más blanditos de lo que recordaba recordándome que, sí, efectivamente había ganado algo de peso.

Conforme mis manos acariciaban el casi inexistente vello se le erizaba y cuando volví a ascender por el mismo camino sus manos subieron acariciando mi torso y luego mi pecho hasta llegar a mi cuello donde se enroscaron encajando perfectamente, ese era su lugar.

Mis manos aún aventureras, ahora recorrieron su pecho encontrándose con sus pezones erectos que se erguían orgullosos en la fina tela. No dudé en hacer círculos con las palmas de mis manos  encima de ellos acariciándolos y apretando un poco.

-yunho…- jadeó mi nombre separándose de mi boca y un hilillo de saliva caliente cayo entre nosotros.- vas a volverme loco- declaró con los ojos empañados de lujuria y el cuerpo más que caliente con sus preciosos montecitos erguidos, solo para mí.

-tú ya me tienes loco JaeBoo-afirmé sin vergüenza alguna y llevé mis manos hacia ese abultado vientre que tanta curiosidad me producía ¿Qué se sentiría pasar mi lengua por esa piel tersa y hundir mi lengua en ese ombligo que ahora resaltaba más que cuando tenía un plano y delicioso vientre?

-es bueno saber que aún tengo ese efecto en ti- comentó con coquetería pero ese rubor precioso de sus mejillas que le daban un aire de inocencia y seducción innatas.

-solo el ser tu hace que no pueda parar de mirarte y amarte con primitiva locura y pasión- declaré mirándole intensamente, comiéndomelo con la mirada.

-eso es bueno, porque curiosamente siento lo mismo solo que yo no tengo ganas de seguir con esta charla, quiero más acción- comentó con esa sonrisa suya juguetona y esos ojos que invitaban al pecado, pecado que no me negaría a vivir.

-no seré yo quien contradiga, mi amor –le dije con galantería y algarabía y me incliné lo suficiente para tomar sus pantorrillas y su espalda levantándolo en vilo en cuestión de segundos.

-estoy más pesado- comentó con vergüenza y ese simple gesto me enterneció al limite.

-no lo estas en absoluto, de hecho me siento gustoso de poder cargar a mi familia de una sola vez- comenté con una sonrisa y él me miró de manera significativa como si me regañara porque él aun no aceptaba del todo mi ofrecimiento de ser mi familia y también bajo esas cejas ligeramente fruncidas podía vislumbrar el relucir de sus iris iluminados por una emoción desmedida de esperanza.

Lo llevé a la cama que había sido testigo de muchos de nuestros encuentros clandestinos, ahora ya tan lejanos. Le deposité con suavidad y admiré su precioso cuerpo reglándole una sonrisa cariñosa.

-estoy locamente enamorado de ti- declaré de corazón sin poder acallar mis sentimientos y la cantidad de cursilerías que querían salir a borbotones de mi boca como si todo aquel tiempo hubiesen sido duramente reprimidas y ahora quisieran salir sin permiso con una fuerza abrumadora.

-ven aquí- exigió jalándome de la nuca para que mis labios se toparan con los suyos y su boca cariñosa y hogareña me hizo saber lo mucho que significaban para el esas palabras.

Me alejé de él lo suficiente para retirar con paciencia las prendas de su cuerpo pero cuando su torso se vio descubierto no puede evitar ser algo más presuroso con su parte inferior que desapareció en cuestión de segundos.

Sus piernas se abrieron exponiendo su delicioso trasero a mi ambienta vista como si fuese una invitación , de hecho lo era.

-¿piensas quedarte mirando todo el día?-me retó con una ceja enarcada elevándose a penas con los codos en la cama.

-me haría muy feliz hacer eso pero aquí abajo está a punto de explotar- comenté juguetón apretando descaradamente mi miembro con una mano, aún con los pantalones puestos.

Él se sonrojó otro poco y se mordió el labio inferior.

-¿Por qué soy el único desnudo?-protestó y yo me apresuré a desnudarme ante su atenta mirada.

-porque no podía resistir más, necesitaba ver tu precioso cuerpo JaeBoo- le contesté con sinceridad mientras me quitaba los zapatos y así sacaba mis pantalones y mis boxers de una patada.

-yo necesito mucho más que solo ver el tuyo-comentó casi con ensimismamiento mientras me recorrí con la mirada

-pienso hacer más que solo dejar que me mires- comenté juguetón- ¿por dónde íbamos? –pregunté tumbándome encima suyo

-por la parte en la que me besabas y me acariciabas de esa manea tan placentera que solo tú sabes hacer- murmuró frente a mis labios, tomando mi rostro entre sus manos y acercando su boca a la mía para luego alejarla cual si fuera el juego del gato y el ratón.

Pero yo estaba dispuesto a cazar.

-entonces será mejor que continuemos, no seré yo quien defraude las expectativas de un hombre embarazado-susurré sobre sus labios.

-hablas demasiado- se quejó él y volvió a devorarme con labios ansiosos que chupaban y absorbían toda mi alma, que de hecho ya era suya.

Bajé mi mano por su vientre hasta llegar a su entrepierna. Estaba tan ansioso por hacerlo mío y a la vez tenía miedo de lastimarle.

-estoy bien, yo…realmente te deseo- susurró para mí.

Como siempre leyéndome el pensamiento, como solo él podía hacer.

Bajé mi cabeza y le regalé un beso dulce. Mis manos moldearon sus caderas y le sonreí por última vez antes de descender directamente hacia su parte baja .

Deposité un beso corto a su vientre para luego con suaves lamidas bajar hacia su erecto miembro.

Lo tomé con una mano y bombee suavemente. Jaejoong se retorció entre las sábanas abriendo las piernas  impulsando sus caderas en busca de más contacto con mi mano.

Besé la punta de su pene y seguí con pequeños besos hasta llegar a los testículos, los cuales metí en mi boca succionando con fuerza mientras mis sentidos se llenaban de sonidos húmedos, olor a semen, tacto rugoso y gusto salado pero delicioso.

Tomé sus tobillos y los posicioné en mis hombros  de modo que sus piernas completamente abiertas quedaban a mi disposición.

Abrí cuidadosamente sus nalgas para encontrarme con un palpitante agujero rosa sin ningún rastro de vello. Solté un gruñido de deseo y dirigí mi lengua por encima escuchando a lo lejos un grito de sorpresa y placer pero yo ya no podía escuchar nada mis sentidos se reducían a ese agujero que se tragaba mi lengua y engullía toda la saliva con la que le llenaba.

-por favor….- le escuché rogar inquieto mientras sus piernas temblaban en pequeñas convulsiones sobre mis hombros- YUNHO¡- gritó cuando metí un dedo en su cavidad anal.

Levanté la vista para mirar a esa sexy criatura que gemía sin pudor y se retorcía sin parar mientras apretaba las sábanas con sus dos manos.

-¿lo quieres JaeBoo?- le pregunté con voz ronca ahogada con deseo

-lo quiero…-susurró a duras penas en medio de espasmos intensos- en mi boca- añadió

Le dediqué una pequeña sonrisa y me dejé arrastrar por su mano extendida.

Tomó mis caderas con sus dos manos y yo puse una pierna a cada lado de su cara prácticamente sentándome encima de ese rostro de angel que ahora mismo era todo un predador que lamía con gula cuanta piel estaba a su alcance y tragaba mis testículos con ansias.

Dejó mis testículos y llegó a mi pene, el cual se engulló mirándome con sus ojos negros penetrantes y por demás seductores.

Su boca hacía un maravilloso trabajo en mi miembro y sus manos ancladas en mi cintura la movían para embestir su boca en un ritmo rápido y enloquecedor.

Quería mirarle y embriagarme con las vistas de mi pene follando su boca pero el placer tan intenso hacía que arquee la espalda y mis ojos se cerraban sin aguantar la intensidad de la mamada.

-ahhh se siente demasiado bien…-exclamé en medio del éxtasis- pero preferiría terminar dentro tuyo en lugar de en tu boca-le pedí con el poco autocontrol que me quedaba pero con la veracidad de mis palabras vibrando en mi pene.

Jaejoong sonrió sacando mi pene de su boca con un sonido húmedo de por medio.

-también te quiero dentro- susurró con las mejillas totalmente coloradas que contrastaban con la lujuria de su mirada, labios rojos, pelo pegado a la frente por una ligera capa de sudor que sequé con una mano.

-lo estaré, mi amor- le prometí y me levanté de encima suyo para dirigirme a su entrada nuevamente.

A pesar del tiempo y no haberle preparado mucho nuestro dedeo y ganas de estar juntos me dejó más que claro que podía hacerlo ya así que dejé mucha saliva en su entrada y decidí penetrarle.

Puse una almohada a la altura de su vientre y le ayudé a ponerse de costado. Levanté una pierna suya y me posicioné con su otra pierna entre las mías.

Nos miramos intensamente y luego penetré su cálida entrada de manera suave pero firme. Le sentí contraerse ante mi invasión y respiró con dificultado pero soltó una suspiro de satisfacción que me impulsó a moverme con confianza.

Sus manos apretaban la almohada que estaba debajo de su vientre y de su boca no paraban de salir gemidos vibrantes al tiempo que yo aumentaba el movimiento pélvico.

Mis testículos chocaban contras su nalga haciendo un ruido plenamente carnal que me excitaba, no más que ese sonido húmedo que salía de las penetraciones y ese olor a sexo vibrante y lujurioso que nos envolvía en una atmosfera sensual y placentera.

-si, ahh ahí- gimio con fuerza

Hice círculos en su interior raspando con fuerza su punto sensible y jaejoong gritó poniendo los ojos en blanco.

-¿demasiado intenso?- pregunté con dificultad mi respiración entrecortada y el corazón a cien como mis hormonas.

-acabo de correrme- susurró aun entre jadeos y observé su pene olvidado que estaba empapado de semen blanquecino.

Tomé ese palpitante miembro entre mis dedos y la carne aun sensible creció y se hinchó y esto hizo que jaejoong suelte pequeños sollozos de placer.

-otra vez…-susurró-oh¡ mierda voy a correrme otra vez si sigues con eso…

Sonreí con satisfacción y como ya me sentía en las últimas también bombee con fuerza su falo caliente mientras embestía hacia su punto sensible.

Sostenía aun su pierna con una mano, esta estaba flexionada y yo la acaricié enderezándola hasta la pantorrilla donde tomé su dedo meñique y lo mordí ligeramente para luego succionarlo con fuerza.

Su pene volvió a descargar semen blanco y el mío no soportó más una segunda oleada de contracciones así que terminé viniéndome junto con él.

Nuestras respiraciones llevaban el mismo ritmo de irregularidad y nuestros ojos antes cargado de lujuria y empañado de puro deseo ahora reflejaba solo incondicional amor, ese que había permanecido escondido por mucho tiempo pero que a la vez siempre estuvo ahí.

Me dejé caer a su lado poniéndome de costado también de modo que nuestros rostros podían mirarse y nuestras manos enlazarse en un apretón cariñoso que acompañaba a esa sonrisita de infinita satisfacción que nos dedicábamos.

-te amo- susurré acariciando los nudillos de su mano

Jaejoong sonrió y sacó la almohada de debajo de su vientre tirándola distraídamente hacia atrás sin apartar su penetrante mirada de la mia.

Extendió sus brazos y yo me acerqué a él rodeando su cuerpo con mis brazos.

Era un momento tan dulce y perfecto…sin preocupaciones solo nosotros y la felicidad latente entre nuestros cuerpos.

Se sentía tanta seguridad entre nosotros que por un momento me parecían insignificantes mis preocupaciones comparado con nuestro intenso amor.

-JaeBoo hay algo que debo decirte- comenté con una sonrisa besando cariñosamente su mejilla

-¿Qué es?- murmuró somnoliento pero con esa dulce sonrisa plantada en su perfecto rostro

-debí decírtelo antes pero tenía mucho miedo y era un secreto tan grande que no pude hacerlo- conformé iba hablando él se alejó un poco de mí y su adormilado rostro cobró algo de lucidez- yo no me casé con junsu porque quería JaeBoo, lo nuestro fue algo así como un matrimonio concertado

-pero tu y él…-espetó con sorpresa

-solo fingimos todo este tiempo. No somos una pareja de verdad, ni siquiera dormimos en la misma habitación, es más nunca nos hemos besado o hecho cosas como esta- dije con desenfado y confianza.

Su rostro pasó de la sorpresa inicial a la incredulidad para luego pasar a una expresión sombría.

Negó con la cabeza y se levantó dejándome desconcertado por su mirada reprochante y las lágrimas que se acumulaban en sus ojos.

No, las cosas no serían tan fáciles como pensaba.

Continuara…

¿como reaccionará jonguie? Que les parecio el Lemon? tuve que pegar parte del otro capi  porque sino no se acodarían de la atmosfera kkkk Estoy probando nuevas ideas e inspiraciones para el Lemon pero no se si estan bien si no les agrada por favor aganmelo saber ^^

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